Saludos. Este parece ser mi primer paso en la Persecución de Afrodita. La intención de esta entrada inicial es hablar un poco de mi y del papel que pienso asumir en la participación de este blog.
El nombre que quiero que me represente en el mundo de la seducción es AnTeRoS. Siempre he creído que elegir un buen pseudónimo es importante para este tipo de cosas. Pienso que es necesário que éste vaya acorde de alguna forma, por sutil que sea, con la persona a la que representa, en este caso, a mi. AnTeRoS era el diós hermano de Eros en la mitología griega, representante del amor no correspondido, al que se le suponia la función de castigar a los que rechazaran el amor que se les ofreciera, además de ser, a su vez, símbolo de la pasión. Perfecto. Creo que me va como anillo al dedo y además tiene cierto gancho, ¿por que negarlo?...
Sobre mi poco voy a decir, pero todo ello cierto, eso sin duda. Este blog tiene como objetivo, compartir nuestras experiéncias en el mundo de la seducción (o del sargeo, usando un termino más adecuado). Por lo tanto, prometo contarlas tal cual las viva, sin modéstia ni exageración. Éxitos y fracasos serán tratados con igual transparéncia, con la intención de aprender de cada una de las situaciones que vayan aconteciendo independientemente de su naturaleza.
Como primera muestra de sinceridad, empezaré comentando mi pasado en lo que a las relaciones con el sexo femenino se refiere.La verdad, es que no me puedo quejar. Sea por lo que sea, debo reconocer que no me ha ido mal con las mujeres. He tenido un gran número de relaciones, tanto estables como esporádicas, y de todas ellas he podido aprender (y por muchas he sufrido).
Hace tiempo, en una entrevista a Javier Sardà, le preguntaban si había estado con muchas mujeres. Su respuesta fue magistral, en mi opinión, la respuesta de un verdadero seductor: “No he estado con tantas como mucha gente cree, pero sí he estado con más de las que nunca hubiera imaginado.” Enseguida me apropié indebidamente de la frase (perdón Javier...) y tuve claro que la usaría en más de una ocasión. Esta es una de ellas.
Yo me definiría como un chico bienaventurado con las mujeres pero desdichado en el amor (esta sí es mía). Sin ánimo de parecer prepotente o exagerado, si echo una mirada atrás, podría afirmar que a lo largo de mi vida siempre he conseguido a todas las chicas que realmente me han interesado. Es realmente así y me considero muy afortunado por ello. A decir verdad las he conseguido a todas, menos a una. Y esta precisamente, es la persona que más me ha marcado en toda mi vida, además en muchos aspectos, no sólo en el sentimental. Gracias a ella he aprendido mucho sobre las relaciones y reacciones entre personas de sexo opuesto, aunque por ello haya pagado un caro precio. Pero esa, es una historia ya contada en otro blog...
Por lo que a mi respecta, “En busca de Afrodita” nace en el momento en que llega a mis manos el libro de “El Método” de Neil Strauss, un libro que trata de una forma sublime las artes de la seducción. No es por los conocimientos adquiridos a través de su lectura pues, a decir verdad, yo ya había usado inconscientemente y sin saberlo muchos de los recursos que éste propone. El verdadero valor de esta obra está en la forma de identificar estos conocimientos, ordenarlos y estructurarlos en la cabeza del seductor en poténcia de turno, para conseguir que su uso sea lo más exitoso posible.
Desconozco el futuro que tendrá esta extraña iniciativa, y si con ella obtendremos algun beneficio. Pero lo que si sé es que al menos promete a priori, cierta diversión. De momento, todavía no he tenido la oportunidad de poner en práctica las técnicas aprendidas, puesto que hace relativamente poco he dejado una relación y sinceramente no gozaba de la motivación suficiente para empezar con el tema, pero tal y como van las cosas no dudo de que en breve abriré la caja de Pandora...y entonces empezará mi verdadero juego. En ese momento, escribiré mi próxima entrada.
Hasta entonces, celebro poder disfrutar con las experiéncias de Hermes.
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